martes, 13 de agosto de 2013

Declaración de la Visita Pastoral al Catatumbo, Colombia

No habrá más allí niños que mueran de pocos días, ni viejos que sus días no cumpla. Edificarán casas, y morarán en ellas, plantarán viñas y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma, porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo. 
Is.  65:20-22.

Líderes del Movimiento Iglesias por la Paz en Colombia y de organizaciones eclesiales internacionales que visitamos la zona del Catatumbo durante los días 8 y 9 de agosto de 2013, hemos observado, escuchado y damos testimonio de las esperanzas y las condiciones de pobreza y violencia en que viven los habitantes de esta región.

La experiencia de ir de Cúcuta a Tibú a visitar el refugio internacional en la frontera entre Colombia y Venezuela nos permitió experimentar las condiciones precarias en que viven y se movilizan sus habitantes, producto de la falta de inversión social en esta región. Al dialogar, compartir la palabra de Dios, orar y cantar con los niños, jóvenes, hombres y mujeres  que están en el refugio internacional fuimos testigo del dolor de quienes fueron heridos durante la protesta, constatar el temor a la persecución que han empezado a sufrir  y la falta de atención del Estado colombiano. Los testimonios de estas personas que luchan por sus derechos y el cuidado de la naturaleza nos desafiaron como creyentes a fortalecer nuestro compromiso cristiano con quienes sufren violencia, reclaman justicia y sus derechos a una vida digna.  
  
Por su parte algunos jóvenes y mujeres líderes de la Asociación de Campesinos del Catatumbo, compartieron las condiciones en que viven, sus esperanzas, proyecto de vida familiar, comunitaria y la forma como han estado sufriendo persecución por haber asumido su derecho a la protesta pacífica ante  el incumplimiento de promesas gubernamentales, al reclamar inversión social efectiva y concertada, y al proponer una alternativa de desarrollo por medio de una Zona de Reserva Campesina que asegure su derecho al buen vivir. Como parte de esta propuesta los campesinos piden que los cultivos ilícitos sean remplazados de manera concertada con las comunidades y no se desarrolle el plan de consolidación, el cual es ejecutado por los militares.  

Nos alegramos y vemos con gran esperanza que la mesa de negociación entre los representantes del gobierno colombiano y los líderes de la Asociación de Campesinos del Catatumbo se haya instalado el día 8 de agosto. Dimos un saludo como delegación a esta mesa y manifestamos nuestro compromiso de seguir orando para que Dios otorgue capacidad de escucha, diálogo y construcción de acuerdos que permitan al Estado colombiano cumplir con su deber de garantizar la vida, el bienestar y la paz con justicia social de la población de esta región y en todo el país.

Como delegación y a través de las iglesias y organizaciones nacionales e internacionales que representamos nos comprometemos a seguir orando, observando, acompañando y haciendo incidencia por los habitantes de esta región de la siguiente manera:

Pedimos que no se continúe estigmatizando a los campesinos y sus líderes como subversivos, se den garantías y protección a los líderes, liderezas y a todas las personas, comunidades y organizaciones que participaron de las protestas y están en la mesa de negociación.  
Seguiremos acompañando a las personas que están en el refugio internacional, a quienes han sido encarcelados y a las víctimas de la pobreza y la crisis humanitaria que viven los campesinos en esta región.

Haremos una  veeduría de los acuerdos y del proceso de implementación de estos desde la perspectiva de la no violencia, los Derechos Humanos, y el Derecho Internacional Humanitario en procura de consolar y dar apoyo a las víctimas de la pobreza y la violencia en esta región. 
Estaremos visibilizando a nivel Nacional e Internacional los compromisos y la aplicación efectiva de los mismos en procura de la superación  de la crisis humanitaria que se presenta, lo cual permita el goce efectivo de la vida plena, la justicia y la paz de los campesinos, campesinas y de toda la población en la región del Catatumbo.

Por el movimiento iglesias por la paz en Colombia

Rev. Edgar Castaño, Pastor Iglesia Bautista y Presidente de CEDECOL
Rev. Eduardo Martínez, Obispo de la IELCO y representante del PEAC
Rev. Juan Alberto Cardona, Obispo de la IMC y representante del PEAC
Rev. Luis Fernando San Miguel, pastor de la IPC
Rev. Jairo Suárez, Pastor Luterano, Comisión de Paz de Cedecol y Alianza ACT en Colombia
Padre Timoteo Torres, Iglesia Ortodoxa Griega, Patriarcado Ecuménico

Por las iglesias y organizaciones internacionales

Rev. Nilton Giese, Secretario General del CLAI
Rev. Chris Ferguson, representante de la Iglesia Unida de Canadá
Michael Josep, representante de la Iglesia Unida de Cristo e Iglesia Cristiana Discípulos de Cristo de Estados Unidos
Milton Mejía, profesor de teología de la CUR y Coordinador Programa FEES del CLAI

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