viernes, 12 de agosto de 2011

En apoyo a los estudiantes chilenos y contra los fundamentalismos.

Durante meses se han desarrollado varias protestas estudiantiles en Chile demandando una educación pública de calidad, fin al lucro de las universidades, entre otras exigencias.




El Gobierno, tras tratar de deslegitimar el movimiento social, ha efectuado algunas propuestas que no han llenado las expectativas de los estudiantes.Hoy el movimiento social cuenta con un amplio apoyo ciudadano, mientras que el Presidente Piñera obtiene la más baja evaluación 
desde que se reestableció la democracia en ese país. La incertidumbre se instala ya que las tomas y paros de los centros de estudios aumenta cada día, y el Gobierno chileno se niega a presentar nuevas propuestas para alcanzar la solución, tratando de llevar el conflicto a un Congreso Nacional con baja representatividad.

                                                                                                                     Por Oscar Reicher Salazar


"DE MODO QUE QUIEN SE OPONE A LA AUTORIDAD, A LO ESTABLECIDO POR DIOS RESISTE; Y LOS QUE RESISTEN, ACARREAN CONDENACIÓN PARA SÍ MISMOS" (Romanos 13:2).

Basados en este pasaje bíblico un grupo de jóvenes cristianos ha repudiado las manifestaciones estudiantiles que en Chile se han sucedido durante los últimos dos meses. Con frases como “No podemos ser ingenuos y pensar que este movimiento no está ideologizado, ya que las demandas son absolutamente demagógicas y anacrónicas” o “nuestro primer paso será ir a enrostrarles con fuerza la irresponsabilidad a… –ciertos representantes de los movimientos-, así que prepárense para escuchar en su cara que no nos representan y que hay personas que pueden ser mucho más radicales que ustedes” .

Más allá de las contradicciones en que cae este grupo de cristianos, primero al interpretar tan literalmente este pasaje bíblico, y segundo, por convocar –curiosamente- a manifestarse en contra de los diversos proyectos de ley que varias autoridades de gobierno y legislativas han promovido en el último tiempo, es preciso preguntarse si esa lógica de pensamiento se corresponde con los valores más esenciales del cristianismo.
Recién alcanzada la independencia en Chile, se reconocía como única religión oficial el Catolicismo, y se prohibía el culto de otras religiones. En ese entonces se rechazaba toda otra denominación aparte de la Católica; eso fue hasta que un grupo de destacados protestantes iniciaron sendos actos en oposición a lo que las autoridades de esa época sostenían. Acciones como explicar su ideología religiosa a movimientos más liberales o repartir evangelios en las calles, son un ejemplo del rechazo a lo que la autoridad mantenía como “ley” durante dicha época. De hecho, una de las denominaciones cristianas más numerosa en Chile, como el pentecostalismo fue acusada de ser un movimiento de protesta político y lo confundían con un movimiento comunista (1).

Por otra parte, hoy en Chile, diversos estudios profesionales dan cuenta de cómo esa “demagógica” y “anacrónica” demanda por una educación de calidad es una constatación más de las desigualdades sociales existentes en nuestro país. A modo de ejemplo: los menores tienen un mismo coeficiente de desarrollo psicomotor en los primeros meses de vida, pero cuando llegan a los 18 meses, el 26% de los niños de nivel socioeconómico bajo reducen su coeficiente intelectual, a diferencia del 4% de los niños pertenecientes al nivel socioeconómico medio y el 1% en el nivel alto. Los estudios señalan que estas deficiencias son culturales más que genéticas (2).

Por otra parte, la OCDE sostiene que los alumnos de las escuelas municipalizadas  son los que tienen menos probabilidades de obtener una licencia secundaria, siendo éste el presupuesto básico para ingresar a la universidad. Asimismo para el año 2006, los jóvenes entre 20 a 24 años de edad, sólo el 62% del 20% más pobre del país había completado la educación secundaria, en contraste con el 96,6% del 20% más rico (4).

Así las cosas, es conveniente hacer la pregunta ¿a qué estamos llamados los jóvenes cristianos? A seguir lo que Pablo escribió en Romanos, o trabajar por la dignidad de las personas tal como Jesús lo hizo con aquella prostituta, con aquél recaudador de impuestos, con aquellas cinco mil personas, que en su época eran los excluidos de una sociedad donde imperaba el respeto a la “autoridad”. Sin duda, Jesús es el ejemplo a seguir.

En cada intervención de Jesús, se expresó la idea del amor por sobre todas las cosas. Hoy, no podemos hablar de amor para los más pobres o excluidos si ellos no tienen acceso –con calidad- a uno de los derechos más esenciales para alcanzar una vida con dignidad. La educación no es sólo un fin en sí  mismo. Es también un medio para alcanzar mejores condiciones de vida.

En fin, pareciera ser ese el ejemplo que siguieron aquellos protestantes en los albores de la independencia cuya labor esbozamos anteriormente. No se conformaron con aceptar las condiciones discriminatorias, donde otras denominaciones del cristianismo tenían restringidas su libertad de culto, pese a lo dicho por las autoridades.

Otro ejemplo bíblico lo encontramos con José. Si él obedecía a la autoridad que se imponía a través de la ley, hubiere tenido todas las facultades para matar a María. Pero obedeció el mandato de Dios, que a través de un ángel, le “ordenaba” cuidar y proteger la vida de dos personas: la de María y la del niño que iba a nacer.

La FUMEC ALC y el Movimiento Estudiantil Cristiano de Chile (MEC-Chile) apoya las demandas estudiantiles, no solo porque trata de cambiar una actual y grave situación en la que el sistema educacional chileno se mantiene hasta nuestros días, sino porque va en la dirección de alcanzar mayores estándares de equidad y dignidad en la vida de todas las personas.


1 Mansilla, Miguel Ángel (2009) “La cruz y la esperanza. La cultura del pentecostalismo chileno en la primera mitad del siglo XX” (Editorial
Universidad Bolivariana S.A. Santiago de Chile 2009) pp. 55-56.

2 Eyzaguirre, Bárbara; Le Foulon, Carmen; Centro de Estudios Públicos. CEP Chile (2001) “La calidad de la educación chilena en cifras” en
Documento de Trabajo CEP Nº 234. (Centro de Estudio Públicos, Santiago, Chile; 2001. 114 págs.) pp.89-90.
3 Chile tiene 3 clases de escuelas: las municipalizadas, que dependen de organismos descentralizados de administración del Estado, las
privadas subvencionadas que reciben una determinada cantidad de dinero bajo ciertos parámetros, y las privadas a la que acceden generalmente
las familias de más recursos.
 4 Informe presentado por OCDE y Banco Mundial; año 2009; pp.27-28



*El autor es Coordinador Nacional MEC-Chile- Egresado Derecho   Universidad de Concepción


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