martes, 1 de marzo de 2011

El cambio climático y las elecciones generales en el Perú

Por Víctor Liza Jaramillo*
 
El 10 de abril de este año se realizarán en el Perú los comicios en donde se elegirán presidente, congresistas y representantes al Parlamento Andino. Como es de esperarse, los aspirantes a la primera magistratura de la nación, además de sus dimes y diretes, han comenzado la campaña electoral con promesas de todo calibre, que abarcan una diversidad de temas: la generación de empleo, la lucha contra el narcotráfico, la reducción de la pobreza, la lucha contra la corrupción, entre diversos asuntos.

Nadie niega que estos ítems sean importantes en una campaña electoral, y que conciten cierto interés en la ciudadanía. Todos desean tener un empleo seguro y digno, con los beneficios sociales habidos y por haber. Todos quieren que se acabe el flagelo del narcotráfico, el cual está alimentando nuevamente al terrorismo; asimismo que se acabe la indigencia y que la corrupción cese de una vez por todas en el país. No obstante, uno de los temas que los candidatos no han tocado es el del cambio climático, del cual en todo el mundo habla y hasta se opina; incluso se escriben artículos como éste, pero nadie hace nada al respecto. Y en el Perú, el tema parece ser más grave, pues además de existir pocos foros al respecto, los cuales se difunden muy poco, los postulantes a la presidencia no han dicho nada.

Como se sabe, el territorio peruano forma parte de la amazonía, esa gigantesca área verde que es el corazón de Sudamérica, el pulmón de nuestro continente. Sin esa enorme selva estaríamos en serios aprietos en cuanto al equilibrio ecológico. Sin embargo, tanto en el Perú como en los otros países sudamericanos donde se encuentra, se están haciendo pocos esfuerzos por preservarla, y lo que es peor, en varios de los casos se la está depredando, ante la indiferencia o complicidad de los gobiernos de esta parte del continente. A excepción del Ecuador, cuyo régimen se ha comprometido en no permitir exploraciones de petróleo o minas en su selva para salvaguardarla, las demás repúblicas parecen pensar que el dinero vale más que el cuidado del medio ambiente.

El Perú no escapó a esta regla, e incluso hasta fue más radical. El gobierno de Alan García promovió unos polémicos decretos, denominados "Ley de la Selva", en los cuales daba carta libre a empresas extranjeras para que exploren amplios territorios de la amazonía, y puedan explotar minerales y petróleo. Ante esto, las comunidades amazónicas reaccionaron con enérgicas protestas, con el argumento de que tenían derecho a ser consultados sobre estas medidas como habitantes de esas tierras, en defensa de lo que ellos llaman "la madre tierra" y el cuidado de los árboles, los ríos y el aire, contaminados sin ninguna impunidad por muchas mineras en otras ciudades peruanas, como es el caso de La Oroya. El Convenio 169 de la OIT los amparaba legítimamente.

Al comienzo se consiguió que el Congreso derogue algunos de los decretos en agosto del 2008, y luego se instaló una comisión de diálogo que no dio frutos. Ante la indiferencia del régimen, los indígenas amazónicos se manifestaron nuevamente con una huelga que duró dos meses y finalizó abruptamente el 5 de junio del 2009, cuando la policía intentó desalojar a los manifestantes que bloqueaban una carretera en la ciudad de Bagua, con el saldo de 24 efectivos del orden y diez indígenas fallecidos, en lo que fue conocido como el "Baguazo".

Ante los violentos hechos, las comunidades amazónicas, junto a las andinas, y las diversas organizaciones sociales, encabezaron una multitudinaria marcha al Congreso, en la que, además de exigir justicia por las muertes en Bagua, pidieron que se deroguen definitivamente todos los decretos. El Poder Legislativo tuvo que ceder otra vez ante la presión social y cumplir con lo que se exigía. Todo ese año el tema de la defensa del medio ambiente estuvo en el tapete. Pero pasó el tiempo, y parece haber quedado en el olvido. Tanto que en la marcha para conmemorar un aniversario del "Baguazo" e insistir al gobierno con respecto al asunto, la cantidad de participantes fue mucho menor.

Si el "Baguazo" hubiera ocurrido (aunque nunca debió suceder) en octubre o noviembre del año pasado, quizás los candidatos presidenciales estarían tocando el tema de la defensa del medio ambiente. Sin embargo, el cambio climático es un asunto permanente, que no debería obedecer a coyunturas. La ciudadanía debería presionar al respecto, para que los candidatos se pronuncien acerca de la preservación de nuestra selva amazónica. Y así podamos saber quiénes se comprometen a luchar contra los efectos del cambio climático, y también quiénes los profundizarán a cambio del "progreso".



Víctor Liza Jaramillo  nació en Lima en 1981. Él es periodista y profesor universitario. Trabaja como corresponsal en Lima para América Latina y el Caribe, Agencia de Comunicación (ALC Noticias). Fue coordinador de la pastoral juvenil del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) en la Región Andina (2007 - 2010). Actualmente es coordinador del Movimiento Estudiantil Cristiano de Perú (MEC Perú)




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